sábado, 1 de octubre de 2011

De vuelta a España...

Hoy he visto amacener. El amanecer más precioso que nunca pude imaginar... Volábamos en la oscuridad y de pronto una luz fuerte, amarilla, casi roja, empezó a surgir allá abajo y dejó ver un mar de nubes increible... Amanecía. Surgía la luz. Impresionante de verdad.
Saqué la cámara y quise fotografiar ese instante... No lo conseguí. En la fotografía no se veía bien lo que es la "magia de ese instante". Es curioso...
Pensé en las imágenes que habíamos visto y vivido en República Dominicana y Haití. Siento deciros que, por muchas fotos que hayamos traido... no vereis aquello en su realidad profunda y cierta.
El sol ya ha salido a la altura del avión. Sigue el mar de nubes de algodón... Es de día. Ya se hizo la luz...
Atravesar las muchas nubes en este viaje, nos trajo muchas turbulencias... Llegué a pensar que íbamos en un autobus, bajando por el "rio Blanco"... Quizás esto sea como la vida misma...
Pensé entonces en las muchas imágenes que habíamos tenido la suerte de vivir todos estos días. Realmente nos recorrimos el país de punta a punta casi. Bueno, no uno sino dos paises, unidos por una frontera tan extraña y que estando tan cerca nos muestra realidades tan diferentes.
Pensé en el "ahogo" que teníamos en Haití, ante tanto sufrimiento, tanto dolor, tanta noche oscura...
La Hna Maritza y Mercedes decían que tenía que haber esperanza para este pueblo. Yo, confesaré que llegué a dudarlo... Demasido oscuro, demasiado desorden, todo un caos, todos sin rumbo y sin líderes que les muestren una salida, una luz, una esperanza...
Ahora pienso, viendo este amanecer, que tenían razón. Tiene que haber esperanza. Tiene que haber una salida. Hay que luchar, hay que confiar y buscarla. (La vimos también al visitar Villa David, que surgió tras el ciclón David en Baní...).
Ha sido una suerte compartir estos días en República Dominicana y Haití. Nos hemos acordado mucho de todos los que formamos KARIT. Hemos podido sentir y ver que, con poco... se puede hacer mucho.
El trabajo de las Hermanas allá, una vez más, nos lo demuestra. Su labor social enmedio del pueblo nos dice que vale la pena el esfuerzo. Nos dice que hay que seguir construyendo "Caminos de Solidaridad"... La Hermana Altagracia Bello nos lo recordaba estos días... El trabajo de cada hermana en una escuela, una Botica, un comedor, un Taller de Formación, un dispensario, un Colegio, una Comunidad... nos lo recuerda.
También tuvimos ocasión de compartir con las Hermanas del Sagrado Corazón en El Caliche. Qué gran labor también se está realizando allá. Este Centro nos muestra el avance y mejora que puede suponer llevar adelante un Proyecto de la Familia Carmelita.
GRACIAS a quienes nos acogísteis y animásteis en nuestro trabajo.
GRACIAS por vuestro testimonio de fe y entrega a favor de los más necesitados.
GRACIAS por hacer que KARIT siga creciendo... en Voluntariado, en Proyectos, en Educación...
GRACIAS por abrirnos las puertas y el corazón.
El nuestro, ya lo tenéis también.
Un fuerte abrazo.