miércoles, 10 de agosto de 2011



Hola de nuevo a tod@s, en especial a Silvia y Encarna ¡se os echa un montón de menos por acá!, pero nos alegramos de que estéis ya disfrutando de las vacaciones con ese sol y ese cielo azul que tanto extrañamos por acá.


Nosotros sin parar, ya sabéis, de un lado para otro, aunque estos días Cristina y Marta se han ido a hacer una visita a esa "montaña" que está cerca de un pueblecito llamado Cuzco ... ¿os suena? (ya nos contarán).


Así que me toca a mi escribiros a tod@s. Estos últimos días hemos estado visitando algunas de las personas o familias con las que se han realizado microproyectos o se pueden realizar en un futuro ¿Qué qué es eso de los microproyectos? Ya habéis visto algunos de los proyectos que KARIT tiene aquí, en Perú; la mayoría son proyectos de construcción de infraestructuras: colegios, alcantarillado, aulas, carpintería, ... Pero también se han hecho estos años muchos proyectos más "pequeños". Como podréis imaginar, muchas de las casas del cerro están en un estado bastante precario, sin embargo hay muchas de esas muchas casas que su estado es aun peor que precario; por medio de los microproyectos se ayuda a la construcción de casas prefabricadas de madera a familias en situación de extrema pobreza (el costo de una de estas casas puede estar rondando los 600 euros); las fotografías son de las casas del Señor Lalo (un hombre que vive ahí más de 20 años y que vive con un puñado de soles a la semana, y que aun así, cada vez que coincidimos, nos alegra el a nosotros. No ha pedido una casa nueva, ni una cama -que no tiene-, ni ... tan sólo nos pidió un candado para poder cerrar su puerta cuando duerme); la otra casa es de Verónica, una mujer con una realidad bastante dura ... quizás hasta más de lo que podamos pensar). Casas de este tipo podéis imaginar que hay muchas, entonces ¿a quién ayudar? ¿a unos si y a otros no? ¿es eso justo? Aquí hemos aprendido que lo único injusto es poder ayudar a alguien y no hacerlo ... hoy son ellos los que se han cruzado en nuestro camino, mañana serán otros, ojalá pudiéramos ayudar a tod@s a no tener frío por las noches y a dormir en una cama, pero no es posible; sin embargo, si hay personas que gracias a los microproyectos esta noche dormirán un poco mejor.


Pero no sólo se ayuda con las casas, también se dan microcreditos para poder comenzar a trabajar: Gustavo tiene su taxi gracias a un microcredito de KARIT, Roger y Norma pueden realizar su artesanía; la Sra. Luz con esa primera ayuda se compró un horno (el otro día comimos en su propio bar!!!); así os podríamos nombrar muchos microproyectos más, además, la financiación de estos "pequeños" proyectos la hacen, en muchos casos, familias españolas que quieren colaborar de esta forma.


Bueno, hay mil cosas y una más para contar ... pero será ya mañana







2 comentarios:

  1. Jose, GRACIAS.
    Has dicho una frase "muy tuya": "lo único injusto es poder ayudar a alguien y no hacerlo...".
    Es verdad.
    Ánimo y recuerdos para todos.
    Un fuerte abrazo,
    Nieves

    ResponderEliminar
  2. La verdad que sí que parece injusto por un lado, pero mejor eso que nada...ojalá seamos todos conscientes de esa frase que has dicho que tanto me gusta.
    Gracias José, por aquí sí que se os echa de menos a vosotr@s, no hay día en el no me acuerde de vosotros, de las monjitas, del cerro, de Cata...de PERÚ
    Hoy Cristi y Marta vuelven a España, os deseo que tengais muy buen viaje, nos vemos pronto...
    Ánimo, un abrazo

    ResponderEliminar